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El hidrógeno verde es una de las grandes esperanzas de la transición energética en la lucha contra el cambio climático, pero aunque hay muchos proyectos que trabajan en su producción, todavía es un escenario lejano.
Un grupo de expertos en energía de seis institutos alemanes diferentes, han puesto en marcha el proyecto Ariadne de Copernicus, el cual está financiado con fondos federales del país.
Puesto que, ahora mismo, el hidrógeno verde no está disponible en cantidades suficientes y no se prevé para los próximos años. Tal y como está ahora la industria, en 2030 solo un 1 % de la demanda energética de la Unión Europea podría satisfacerse con el hidrógeno verde.
Y mejor como como base de combustibles y incluso combustibles
El objetivo de la UE es que haya hasta 40 GW de capacidad para electrólisis pero para ello, se debe trabajar en el hidrógeno verde dos veces más rápido que la energía eólica y a una velocidad similar a la energía fotovoltaica.
Es verdad que ahora mismo hay diferentes proyectos para impulsar el hidrógeno verde pero pueden no ser suficientes. Se debe aumentar la capacidad de electrólisis y, para ello, lo ideal será fabricar electrolizadores en serie.
La mayoría de los proyectos de electrólisis completados están muy por debajo de los 10 MW, el electrolizador más grande del mundo en funcionamiento tiene 20 MW de producción eléctrica.
A finales de 2021, se espera que la UE tenga una capacidad de electrólisis de 180 MW, lo cual equivaldría a alrededor del 0,5 % del objetivo de 40 GW para 2030. Incluso si se logra este objetivo, las cantidades de hidrógeno resultantes solo podrían cubrir alrededor del 1 % de la demanda final de energía en la UE.
Para 2023, asumimos que todos los proyectos que ya están en construcción o para los que se ha tomado una decisión final de inversión, así como el 30 % de los proyectos sin una decisión de inversión, se completarán a tiempo.
La tasa de crecimiento anual requerida a partir de entonces en el período 2024 a 2030 para conseguir alcanzar el objetivo de la UE de 40 GW en 2030 es casi del 70 %.
Aunque pensar en este hidrógeno verde para alimentar la red eléctrica puede no ser posible, pero puede servir como base de combustibles y incluso combustibles para sustituir el uso de carbón, petróleo y gas natural en la industria y el transporte pesado.
Los científicos piensan en el hidrógeno, que ya se puede obtener en grandes cantidades a partir del gas natural. «Un puente de hidrógeno azul podría aumentar el suministro de hidrógeno respetuoso con el clima y permitir una transformación más temprana en hidrógeno», reza el estudio.
Aunque el hidrógeno azul no es tan ecológico y su producción si que genera gases de efecto invernadero al producirse con la quema del carbón y/o gas natural.
Lo que queda claro es que la inversión en hidrógeno verde es un factor muy importante si se quiere alcanzar el objetivo cero emisiones y que para ello se deben aumentar los esfuerzos actuales, ya que no son suficientes.
POR ESTHER MARTÍN
FUENTE: MOTOR PASIÓN
